¿Cómo tomar riesgos en la vida?
Me he dado cuenta que tomar riesgos es en gran parte lo que separa a las personas que tienen algún tipo de “éxito” de aquellos que nos la pasamos imaginando cómo sería nuestra vida si nuestros planes y proyectos fueran exitosos.
Sin embargo, ese brinquito entre lo que sucede en mi mente, cómo lo visualizo, incluso cómo lo he orado, y dar el primer paso hacia allá es donde nos quedamos la mayoría.
Este 2024, las circunstancias, o como a mi me gusta llamarlo: DIOS PLAN, me empujó a tomar un riesgo que tal vez por mi propio pie nunca hubiera tomado: emprender al 100% sin depender de un empleo principal que trajera la “seguridad” mientras me armaba algo sólido.
Dios dijo: Mijo, es su turno.
Tienes que saber que para mi esto ha sido un parteaguas. Nadie que me preceda en el árbol genealógico es emprendedor o emprendedora, no vengo de familia “privilegiada” económicamente y por más de 20 años fui un empleado y siempre dependí del salario que alguien pudiera pagarme por mi trabajo.
Esta onda de “la seguridad” de un dinero quincenal/mensual ha estado más arraigado en mi vida que nada.
Esta historia, como muchas otras en mi vida y en la de mi esposa, tiene demasiados caminitos alternos y lecciones que compartir pero hoy decidí enfocarme en la de:
TOMÉ EL RIESGO.
-Oye Chris, pero, estás diciendo que fue DIOS PLAN… ¿por qué fue un riesgo?
Ah, porque claro que aunque en mi espíritu existía un 100% de certeza del camino que Dios nos estaba llevando de la mano a tomar, mi mente sobrepensadora y mi ansiedad estuvieron a la orden del día tratando de sabotearme desde el segundo 00:01
Recuerdo que un día, después de que las agitadas y molestas palabras de mi empleador fueran: si tomas esa vía, quiere decir que tú ya no eres parte de este equipo, hubo otra llamada de su parte para… mmm… llamémosle: retomar el tema conmigo, y decirme que no me preocupara y que él se haría cargo de mi y de mi familia.
Eso significaba volver a recibir mi quincena (acababa de pasar justamente el 15 de abril) para entonces volver a esa dinámica de la que mi espíritu estaba seguro que no era la que Dios tenía trazada para mi.
Bajé con mi esposa y le dije: voy a negarme y no voy a recibir más de su dinero, pero antes de comunicárselo a él, quiero saber si tú estás de acuerdo.
Con dudas y una mente que ve diariamente las necesidades de una familia de 5, accedió y me dijo: voy contigo.
Y entonces tomé el riesgo. Tomé el riesgo de decir: no es necesario, no me envíes dinero por favor.
Aunque hubo días muy complejos, de no saber qué iba a pasar o qué iba a hacer para sacar el barco a flote, puedo decirte volteando para atrás, que haber tomado ese riesgo fue la mejor decisión que Dios pudo llevarme a tomar.
Nunca, ni un solo día, faltó nada.
Este pedazo de texto tenía como título el ¿cómo tomar riesgos? y si bien creo que no hay una fórmula infalible o alguna que te de certeza de algo, esto he aprendido acerca de tomar riesgos en mi vida:
El factor FE es irremplazable. Ver las cosas que no son como si fueran. La certeza de lo que esperamos, la convicción de lo que no vemos.
Todo siempre termina. Aún cuando el resultado de tomar el riesgo sea a tus ojos “negativo”, esa etapa va a terminar y mas adelante podrás voltear atrás para decir: no me quedé con las ganas.
Es muy probable que ese riesgo no es tan grande ni tan riesgoso como piensas. Ayudarse de otros para evaluar el tamaño del salto y las herramientas que tienes para dar el salto es sano.
🔖 '¿Qué más podremos decir? ¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros! Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas? 'Romanos 8:31-32
Tal vez 2025 es el año en que tengas que tomar algunos riesgos y no podría asegurar que todos van a salir bien, pero una vez escuché una frase que decía: Nunca nadie se arrepiente de ser valiente.
Feliz año nuevo.
Chris.